#PrimeraC – #TorneoLocal – #Inseguridad – Por Sebastián Larocca – El sábado por la noche, cuando el presidente del Futsal de Vélez, Leonel Leiva, llegaba en su auto a la cancha de Juventud de Tapiales junto a su hijo, fueron interceptados mientras descendían del auto por una Ford Ecosport con al menos tres delincuentes que los abordaron para robarle el auto. En la rápida acción, uno de los delincuentes le dio dos disparos al Mateo, el hijo de 14 años del dirigente, que luego de ser intervenido quirúrgicamente de urgencia, se encuentra fuera de peligro.
Leonel y su hijo llegaban alrededor de las 20:40 a Juventud de Tapiales (estacionaron el auto a una cuadra y media) para ver a Vélez, por la ida de las semifinales del Playoff por el segundo ascenso a la Primera B. Al bajar del auto y sin resistirse al robo tras el ataque de los delincuentes, Mateo sufrió dos disparos uno a la altura del hombro y otro en el torax, que le rozó el pulmón.
Treinta segundos duró el robo y ante la desesperación de ver a su hijo en esa situación, su padre Leonel pidió ayuda a los gritos. Varios vecinos de la zona salieron en auxilio y lo trasladaron a la clínica Los Cedros, donde le realizaron la primera intervención al chico. Luego, a la 1 de la mañana lo trasladaron a la clínica Zabala, en el barrio de Belgrano, donde le realizaron la segunda intervención, que consistía en lavarle el pulmón de los coágulos que habían quedado de la sangre perdida.
“Había empezado el partido, iban cuatro minutos. Llegó un vecino al club y pidió por mí. Al encontrarme me dijo que a dos cuadras habían asaltado y pegado dos tiros a uno de Vélez. Yo no sabía quién era, me dirigí al lugar y no había nadie. Como me dijeron que los habían trasladado a la Clínica Los Cedros, me fui para allá. Ahí cuando entré veo que estaba Leonel Leiva con la ropa manchada de sangre y obviamente desesperado por lo que había sucedido”, le contó el dirigente Damián Cáceres a Pasión Futsal.
Mateo Leiva se encuentra fuera de peligro y evolucionando favorablemente. El partido que fue suspendido a los cinco minutos, cuando la dirigencia se enteró de esta situación, deberá reprogramarse.
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